sábado, 4 de mayo de 2013

Siempre hay una visión de esperanza

Estaba sentada en la banca de la plaza, mirando el nublado cielo.
Miro un largo rato hacia una de las negras nubes, hasta que repentinamente esta se ilumino,
como si dentro de ella  hubiera una esfera de luz que se estaba muriendo por salir.
Cerro los ojos sabiendo  lo que vendría después de aquel resplandor, espero un momento,
y luego lo escucho, fuerte y claro, como el sonido de un tambor. Un sonido que rajo las nubes, liberando
a la lluvia de su prisión. Primero lloviznó  y luego diluvio.
Pero a ella no le importo, siguió allí. Ni se molesto en abrir el paraguas que había traído para resguardarse de la lluvia.
En alguna parte muy dentro suyo, sabia que dejaría de llover, sabia que detrás de la nubes el cielo era siempre azul y que no importaran los problemas que hubiera siempre había una luz al final del camino y que nunca nada estaba perdido.
 Así que espero y no se movió en ningún momento. Sintió el primer rayo de sol en su rostro y sonrió, abrió los ojos y miro hacia el cielo. Las nubes se estaban abriendo y el sol asomaba majestuoso entre ellas. Eso hizo que ella sonriera aun mas.
  _¿Porque sonríe señorita? le pregunto un hombre que paseaba por allí.
  _Porque para cada problema ahí solución. Dijo ella señalando el cielo con las manos.

 PD: 
     Para que sepan, no hay problema que no tenga solución.

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